El balance calórico de un individuo se define como la diferencia
existente entre la cantidad de calorías ingeridsa y el gasto calórico o energía
total empleada. Los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas son
los substratos de los que se obtiene la energía utilizada para el
trabajo biológico y abastecimiento del resto de necesidades energéticas.
A pesar de la gran variación diaria en la cantidad de calorías ingerida y
en el gasto energético, el peso corporal permanece relativamente
estable. Todo esto sugiere la existencia de un mecanismo de homeostasis
neuroendocrino que defiende fuertemente un determinado estado de
composición corporal individual. La regulación del balance calórico se
realiza mediante señales aferentes, hacia el sistema nervioso central,
que informan sobre el estado nutricional del organismo y son traducidas
en señales eferentes que modifican la ingesta y el gasto de calorías.
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